
Es indudable que mindfulness y la meditación en general se a puesto de moda. Sin embargo, en los cursos que imparto me doy cuenta de que existen muchas ideas equivocadas acerca de la meditación. Muchas personas piensan que son ejercicios para aprender a poner la mente en blanco. La mente no puede ponerse en blanco. Es un órgano diseñado para traernos pensamientos. Otros piensan que es una técnica para aprender a relajarnos. Pero en realidad la meditación nos brinda muchos más beneficios que la relajación.
Algunas personas creen que la meditación nos va a permitir olvidarnos de los problemas, de los conflictos y del mundo exterior. En su libro “Mindfulness en la vida cotidiana”, Jon Kabat Zinn señala:
"Un punto de vista que está muy extendido es que la meditación es una forma de desconectarse de las presiones del mundo o de nuestra propia mente, pero esto no es exacto. La meditación no excluye ni desconecta nada. Consiste en ver las cosas con claridad y en situarnos deliberadamente de forma distinta con relación a ellas.
Para ilustrar cómo funciona la atención plena, podemos comparar la mente con la superficie de lago o del océano. En el agua siempre hay olas. A veces son grandes, a veces pequeñas y a veces casi imperceptibles.
Las olas surgen en la superficie del agua porque las agitan los vientos, que vienen y van y cambian de dirección y de intensidad, tal como hacen los vientos del estrés y del cambio en nuestras vidas, que levantan olas en nuestra mente. Gracias a la meditación podemos resguardarnos de gran parte de los vientos que agitan la mente. Con el tiempo, es posible que gran parte de las turbulencias se vayan calmando, porque ya no las estaremos alimentando continuamente, pero a la larga, los vientos de la vida y de la mente soplarán, hagamos lo que hagamos. La meditación tiene que ver con saber algo acerca de esto y acerca de cómo trabajar con ello.
El espíritu de la práctica de la atención plena fue plasmado con gran acierto en un poster en el que se veía a yogui Swami Satchitananda, ya septuagenario, con una larga barba blanca...Al pie de la imagen se podía leer: "No puedes detener las olas, pero puedes aprender a surfear".
¿Y ustedes que tan bien surfean cuando los vientos se ponen intensos?
El conflicto, la incomodidad, los problemas siempre van a existir. No podemos desconectarnos del mundo para no sufrir. Más bien la meditación nos ayuda a enfrentar la adversidad de una mejor manera, a esquivar mejor los golpes de la vida. Para eso nos entrenamos en mindfulness.
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